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"...Se trata de una muy inteligente pintora, creadora de objetos (¿objetivadora?) e instalacionista, además de conceptualizadora (más que conceptual) y, por lo tanto, teórica de muy aguda percepción. En la actualidad desarrollando la constante de su trayectoria artística –la concepción de los objetos que vemos- se encuentra en segunda etapa de lo que había iniciado con la exposición "Venificaciones" que presentó el año pasado en la galería "Filo". En ella por medio de barras de siliconas derretidas "venificaba" los objetos de la vida cotidiana. En los que realiza ahora aplicando el mismo método –pero sin color sangre sino conservando su naturaleza blanca- reproduce los objetos
de un baño (lavamanos, inodoros, etc) a tamaño natural. De esta manera los convierte en especie de telarañas y con ellas realiza fantasmales instalaciones. Xil Buffone es una de las artistas más talentosas de su generación ..."
Luis Felipe Noé (octubre 2001)
Objetos a la intemperie
El objeto, en su acepción corriente, es una realidad material proyectada y
fabricada para ser manipulada y dominada. No se llama "objeto" a un pájaro
o al viento, sino a un reloj o a una mesa. Nombramos y clasificamos estas
realidades materiales por su función, utilidad, precio, marca, modelo,
orígen, código barrado. Las percibimos y describimos según su apariencia,
durabilidad, calidad, complejidad, forma, significación, belleza.
El punto de partida visible de las obras actuales de Xil Buffone son
algunos objetos de uso cotidiano (tenedores, escobas, baldes, etc.) que la
artista toma como modelos a reproducir y transfigurar. Se presentan a
nuestra contemplación como solidificaciones de líquidos inestables (sin
substancia ni peso) o de huellas orgánicas traslúcidas. Son cosas
despojadas, como si hubieran permanecido sumergidas y heladas, esto es,
degradadas o purificadas por el tiempo.
Sus obras no son repeticiones inofensivas de objetos sin misterio, sino
réplicas intencionales donde coexiste lo explícito y lo oculto. Nada impide
vincularlas a una imagen arcaica que proviene del mito: la figura del
doble, del dopelganger. Esto es, la sombra, el reflejo, el espectro,
imágenes que crearon las sociedades primitivas para establecer relaciones
sociales y personales, inmediatas y pasionales con lo visible y lo
invisible.
Si este fuera uno de los sentidos que habitan en las réplicas de Xil
Buffone, deberíamos preguntarmos hacia donde se dirigen en el mundo
contemporáneo, aparentemente tan lejano a estas referencias mitológicas. Es
obvio que no aumentan la superpoblación de los objetos utilitarios que
utilizamos y descartamos a diario. Al contrario, están orientadas hacia una
provincia próxima a la memoria y la afectividad. Serían huellas que
desbaratan nuestras neurosis de posesión y cálculo, dominio y control de
todo lo que está a nuestro alcance. Asi, bajo la forma de desdoblamientos
de cosas triviales hartas de servidumbre, sus obras tal vez sean ofrendas
excesivas, venganzas que traicionan su origen humilde. En resumidas
cuentas, desbordamientos que vienen de la interperie, cambian nuestra
mirada y vuelven a la intemperie.
Horacio Zabala Buenos Aires, julio de 2001
VENIFICACIONES en Filo "La pintura con sangre entra" (texto de catálogo)
"Metafísica pop": así me nace hablar de la obra de Silvina Buffone.
Metafísica a la Criolla, de la crueldad criolla, donde de tanto matar vacas
se mata gente como si fuera lo mismo. Metafísica de la sangre publicitada
como si fuese coca-cola. Metafísica del objeto realmente físico,
trascendencia de sus posibilidades de ser. "Todo lo que usted puede conocer
sobre la sangre" podría llamarse esta exposición. La sangre: eso que está
dentro de los animales como nosotros, que significa nuestra vida y puede
guardar nuestra muerte; eso que puede expandirse mas allá de nuestros
cuerpos y nos deja tan perplejos cuando sucede que no podemos ni siquiera
darnos cuenta de nuestra perplejidad. Con la realidad de lo orgánico (su
costado hiperrealista) y la plasticidad de la mancha (su parte
informalista). Silvina nos desafía desde la pintura, en épocas de tanta
muerte inclusive de esta misma (según varios teóricos del arte). Silvina
transfusiona la sangre de la pintura y del oficio pasado hace el oficio
nuevo, y nos canta, entre tanto, el dolor argentino.
Luis Felipe Noé Buenos Aires, Octubre 2000
Buffone's blood and energy
Venificaciones is the title given by Silvina Buffone (b. Bahía Blanca, 1966) to an exhibition of her work now on at Filo. The artist, who describes herself as a painter, has drawn a subtle pattern of delicate lines in liquid red on and around household objects, round a wall protruding angle, on eyeglasses, investing them with a visceral energy that is at the root of her creative process.
Some of the items are neatly placed on shelves; others hung from the ceiling, as the light bulbs, filled with a blood-like red liquid.
The two glass jugs have been pieced together, restored, before being lovingly decorated with the "veinifications". When one of the jugs fell and broke, the artist mended it. She felt that this putting together again, this reshaping, had added value to the original piece, so she repeated the process with the second jug.
The equation is simple: blood and energy are sources of life.
Her talent and creativity allow her to displace her own feelings of pain and inadequacy on to the objects in her life.
The show reads like a cool exercise in contemporary witchcraft.
(Venificaciones - Silvina Buffone, Filo/Espacio de Arte)
ALINA TORTOSA October 29, 2000. Buenos Aires Herald
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