El Cine Club Rosario inició este año un relevamiento de los rosarinos que de un modo u otro han tenido que ver con la producción de cine y/o video. El objetivo es publicar durante el 2003 un libro con la mayor cantidad de datos posibles sobre realizadores, actores, guionistas y técnicos oriundos o adoptivos de esta ciudad que hayan actuado en el llamado séptimo arte, incluyendo asimismo notas sobre el cine rosarino escritas por reconocidos especialistas. Paralelamente a la elaboración del trabajo, el CCR viene desarrollando el ciclo de proyecciones "Rosarinos en pantalla". Dentro de ese ciclo y en el marco de un homenaje a Luis Bras, maestro del cine de animación fallecido en noviembre de 1995, tuvo lugar el preestreno de "Guk", corto de animación computada de Cristian González y Mirella Balta.
El Museo de la Ciudad organizó durante mayo un ciclo de charlas sobre cine rosarino en el que disertaron Gustavo Postiglione, Héctor Molina y el que aquí firma.
Notas periodísticas y comentarios críticos sobre filmes y videos rosarinos se sucedieron en los medios locales y en algunos nacionales (en particular en el caso de Postiglione y Molina). Una extraña variante de esa ocupación periodística la representó el supuesto crítico Silvio M. Valli, quien entrevistado por el propio diario para el que trabaja, se despachó a gusto en contra de la idea misma de que pueda existir algo así como el cine rosarino (La Capital del domingo 26 de mayo). Requerido de poner puntajes a la cultura local, al cine rosarino le puso un cero. Muy probablemente nada de cine rosarino haya visto el altanero Valli y esto sea lo que aquel cero representa.
El boletín electrónico "Cineastas Rosarinos", editado por quien firma esta nota, y al que puedes suscribirte gratuitamente haciendo click sobre este enlace, ha servido a la difusión de noticias y debate de ideas entre los realizadores locales. Durante el 2002 hubo 135 envíos del boletín, que hoy por hoy llega a unos 450 destinatarios. En la información de ese boletín se basa precisamente el presente balance. Para el futuro próximo se considera, a partir de una propuesta de Martín Llarín, la complementación del envío electrónico con la apertura de una página web que además de servir a los mismos propósitos que el boletín contribuya a la divulgación del movimiento, sus obras y sus realizadores.