El retorno de la democracia | |
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| Detrás de la cruz. Hugo Cava. |
Con el retorno de la democracia se produjo un rápido
proceso de reivindicación de la vanguardia de los años 60 y de
crítica al academicismo y a los docentes de las instituciones oficiales
que fueron considerados cómplices del Proceso Militar. Sin embargo, la
mayoría de las producciones más interesantes se realizó a
partir de la diferenciación con los artistas de aquella vanguardia de los
60.
Reunidos en forma estratégica, uno de los primeros
grupos que tuvo proyección fue Rozarte "que en su última
etapa estuvo constituido por Oscar Vega, Marcela Cattaneo, Hugo
Cava, Gabriela Aloras, Verónica Serra y Pancho Vignolo
-pero inmediatamente se asociaron o corrieron por caminos paralelos
otros artistas "en ocasiones agrupados como en el caso de
Patrimoño- rara vez identificados con movimientos o estéticas,
pero que en la mayoría de los casos comenzaron a expresar
críticas, a ironizar sobre la realidad o a hacer paisajes de los
cotidiano, tanto a través de producciones objetuales como de la
pintura.
| El incendio en las vísperas. Instalación. Graciela Sacco. |
Al proceso iniciado a fines de los 80, que también
incluye artistas surgidos en los 60 y los 70, se fueron sumando, entre otros,
Graciela Sacco, Gabriel González Suárez, Anabel Solari,
Michele Siquot, Florencia Balestra, Raúl Gómez, Dante Taparelli, Nelson Ferrer,
Nicola Costantino, Andrea Ostera, Elizabet Sánchez, Julio Pérez Sanz, Sandra Vallejos, Laura Rippa,
Sabina Florio, Claudia del Río, Daniel García,
Aurelio García, María Angélica Carter Morales,
Rubén Baldemar, Raúl D'Amelio,
Chachi Verona, Román Vitali, Leonardo Battistelli,
Norma Rojas, Pablo Rimoldi, Fabiana Imola, Mónica Castagnotto,
Luján Castellani, Marina Gryciuk, Hugo
Haddad, María Inés Cabanillas, Carlos Meneguzzi, Eduardo Piccione,
José Omar Henry, Diana Recagno,
Corina Laurino, Roberto Echen, Eladia
Acevedo, Gladis Desumvila,
Mabel Temporelli,
Horacio Sánchez Fantino,
Sandra Martínez,
Silvia Armentano,
Luchi Collaud,
Adrián Carnevale y
Marcelo Villegas
.
La producción de los 90 aparece diversificada y
persiguiendo diferentes objetivos. Muchos de los artistas están alejados
de las disciplinas tradicionales (pintura, dibujo, escultura y grabado) aunque
no reniegan de utilizar esas técnicas si lo consideran conveniente para
una obra. En este sentido, proliferan los objetos, instalaciones y trabajos con
base fotográfica, que han obtenido importantes reconocimientos nacionales
e internacionales. El arte de los 90 está lejos del conformismo. Las
formulaciones siguen estrategias diferentes, sin la estridencia de un pasado
artístico glorioso, pero no son menos apasionadas ni eficaces.
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