No sé si está del todo bien ser Arte y Parte. Curador y artista. Las cosas
corren el riesgo de mezclarse con poca fortuna. Curar un museo en su
instancia inaugural incluyendo la propia obra y la de los amigos muy
amigos, la de los menos amigos o la de los poco amigos no parece ser una
tarea muy difícil de hacer, pero sí de justificar.
Tal vez resulte ser que la ética, o al menos cierta vergüenza profesional
sean valores ya superados por la dialéctica de "lo contemporáneo" y los
usos actuales impliquen otros mecanismos menos atados a inútiles
convenciones estancadas en el tiempo. Se ve que ahora hay otra frescura,
otro desparpajo, que no se necesita de grandes trayectorias ni de excesivas
preparaciones para encargarse de esas tareas domésticas. Basta con tener un
muy buen gusto, cultivar cierto encanto personal, un poquito, no mucho, de
ocurrente prepotencia y la venia de las autoridades. A algunas momias
pasadas de fecha esto nos parece además de indigno un poco berreta...
Aurelio García
(
Pintor)
PD:
Bueno, creo que he cargado las tintas sobre lo que me parece mal y no he
dicho nada de lo feliz y orgulloso que me pone que haya un nuevo
museo de arte contemporáneo en Rosario. Es evidente que en esto último coincidimos
todos y que todos queremos el mejor museo del mundo en Rosario. Y para
lograr eso es necesaria una política curatorial más objetiva, menos
ubicua, menos doméstica. Todo se puede, pero no todo se debe. Aprendamos
del error, ampliemos la perspectiva.