Pintor y muralista, director del Consejo Mundial de Artistas, COMAV,
Joaquín Martín Rojas, expone
en Europa, América y Asia, enseñante, teórico del arte, coordinador de
proyectos, analista del Eco Global Arte, trabaja con la simbología de las
culturas amerindias, buscando su aspecto más totémico, pero, también, su
significado visceral espiritual.
Es animista en lo plástico, dado que busca el alma de la materia,
entregándose al trabajo de las texturas, recreándose con su expresividad.
|
Joaquín Martín Rojas. Obra |
En su teoría del Eco Global Arte considera que la creación plástica mundial
debe tender a asumir compromisos con sus orígenes, para apoyar culturas
ancestrales y actuales, dentro de una persistencia de orígenes, de
planteamientos en los que predominan las características de zonas. Su
trabajo de la materia se basa en superposiciones, en determinar los puntos
emblemáticos de la misma, apoyando su fuerza, potenciando su fortaleza, en
el sentido de dotarla de esencia, que no es más que respeto por su propia
composición. De ahí que viaje al interior de sus características,
empleando, asimismo, iconos primitivos, aspectos iconográficos de culturas
indias, aztecas y mayas, símbolos alusivos, animales, geometría sagrada y
abstracciones. Es un buscador de la propia idiosincrasia, de persistente
equilibrio, pretendiendo armonía entre las fuerzas que componen la
naturaleza. No solo a nivel plástico, estético o filosófico, sino también
espiritual.
Sin armonía no concibe el mundo, porque desestructura la fuerza de la
vitalidad que se genera, precisamente, a partir de la buena canalización de
la energía. De ahí que la naturaleza sea el recipiente de su buena
voluntad universal en conseguir la realización de un mundo sostenible,
aspecto que detalla a través de su alegoría pictórica hacia puestas de sol,
abstracciones que recuerdan los colores cambiantes de las estaciones,
animales como el águila que poseen un profundo significado esotérico,
simbólico, primitivo e indigenista.
En Casa do Brasil de Madrid, exhibe su más reciente colección de pinturas,
después de haber expuesto en Turquía. Comparte sala con parte de los
artistas que integran el Grupo 21 Plus. Sus integrantes en Casa do Brasil,
Primer Encuentro Mundial en Madrid (España) son-además del propio J. Martín
Rojas-: Basil Barrington (Jamaica-Estados Unidos), Francisca Blázquez
(España), Bharat Bushan (India, China), Alberto Cerritos (Canadá, El
Salvador), Pongpan Chantanamattha (Tailandia), Christopher Ebejer (Malta),
J. Martín Rojas(México), Hugo Pistilli (Paraguay) y Noboru Yurugi (Japón).
Basil Barrington se recrea en la sutilidad de los movimientos de la danza,
las expresiones corporales de los bailarines son un canto a la propia vida.
Francisca Blázquez presenta su Dimensionalismo, basado en formas, objetos,
naves, planetas, cilindros y tubos de luz suspendidos en el espacio
sideral, buscándose y complementándose en un baile dimensional. Los
personajes de Bharat Bushan, esencialmente la figura de la mujer, de
grandes manos y pies, potencian su sensualidad, sus alusiones a una
simbología de amor, de un cierto totemismo que apoya su endiosación, para
elevarla al altar de lo mítico. Alberto cerritos, expresionista,
cibernético y surreal, simbólico, fusiona la maquina con el ser humano,
pretendiendo encontrar el término medio entre la forma en sí y la
pretendida extrapolación de la misma en los terrenos físicos y anímicos.
Pongpan Chantanamattha se recrea en sus esculturas de rostros orientales,
de seres tallados en piedra de aspecto contemporáneo, profundizando en el
misterio, que insinúa una cierta dualidad. Christopher Ebejer es
escenográfico, siempre en línea con la idealización de sus personajes,
descriptivo, pero, a la vez, un auténtico mitómano, dado que busca el cenit
máximo de todos sus representados. Hugo Pistilli se caracteriza por exhibir
personajes tratados con delicadeza, rodeados de gestos, de conformaciones
vegetales y de hojas, que los envuelven y acompañan. Mientras que Noboru
Yurugi se basa en la materia, que busca cobijo en el silencio del vacío.