Francisca Blázquez es una artista de nuestro tiempo en todos los conceptos.
La autora del
Dimensionalismo, innovadora teoría geométrica dada a conocer
en 1998, indaga en las posibilidades de la forma, a partir de viajes
dimensionales, que suponen la existencia de realidades paralelas,
establecidas en diferentes emplazamientos. El concepto realidad cambia
según el lugar y la ecuación espacio-temporal. La autora multidisciplinar
madrileña, con más de 35 individuales y 350 exposiciones colectivas en una
docena de países de tres continentes, aporta la percepción espiritual de la
luz, a través de la forma, a partir de constatar la multidimensionalidad.
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Francisca Blázquez. Creadora del Dimensionalismo |
Indaga en el espacio, que es espacio exterior, pero, también, en su propio
interior, que equivale al espacio interno, posicionándose en el enigma del
misterio, estableciendo a nivel pictórico la relación dinámica entre
diferentes mundos, estadios, elementos y situaciones. De ahí que sus formas
floten en el espacio, las geometrías se conviertan en atractivos diálogos
estructurados, aún a pesar de su gran diversidad y fantasía de situaciones.
Es una buscadora de la luz energética, además de ser, en todos los
sentidos, una artista que se explaya en la espiritualidad como puerta que
abre el camino hacia la verdadera comprensión del Dimensionalismo.
Elabora su obra cuidando de la gran belleza que la caracteriza en todos los
conceptos, porque investiga el interior del concepto, indaga a través del
color explosivo en las sugerencias, en la dinámica planetaria y formal
contenida en la percepción de lo sensible delicado que emana de la porción
de misterio que comunica.
La complejidad de sus formas se debe a que su geometría es muy elaborada,
dotada de planteamientos estructurales que configura la arquitectura
interior de la belleza, estadio espiritual surgido a partir de su
posicionamiento lumínico sobre el mundo y que acompaña a la artista, nacida
en la capital de España, en todas sus actuaciones.
El Dimensionalismo es el arte del siglo XXI, basado en la vigencia de la
belleza, entendida como expresión espiritual, centrada en el dinamismo y el
cambio continuo, sin límites, al margen del espacio-tiempo, porque
considera que la verdadera presencia de lo existente está en lo que no se
ve. La forma solo es el receptáculo y la geometría su filosofía estética.