La obra del artista italiano
Roberto Dell'Acqua viaja hacia los
prolegómenos del misterio del barroco, interesándose en el poder
dramatizador de su concepto, especialmente interesante debido a la propia
diversificación de sus caminos, que surgen de una posición compleja.
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Ananda. Roberto dell Acqua. 2007 |
Su visión parte de diferentes escenas temáticas que culturalmente podemos
identificar con nuestro país, algunas de las cuales o en gran proporción se
encuentran próximas a la magia, contando con Ananda como principal
aportación.
Ananda, misteriosa, corazón tierno, con una visión que viaja a través de la
ejemplificación del tiempo, porque para ella existe una realidad distinta,
mágica, que puede cambiar el destino. De ahí que Roberto la presente como
portadora de un devenir que evoluciona, viajando más allá de lo aparente,
porque entiende que las energías avanzan con claridad, posicionándose en
una nueva consideración de la visión real de las cosas, dado que estas no
son lo que parecen.
Viaja más allá de la formulación de la dinámica plástica habitual, porque
no se plantea la composición en términos convencionales, sino que piensa la
idea, luego la desarrolla al margen de las necesidades específicas, dejando
libre el subconsciente, para, a continuación intervenir y cambiar el
sentido plástico de la misma si es necesario.
Avanza hacia la profundización del misterio, que es entender la existencia
a partir de la materia, de lo aparente, de ahí su tendencia a presentar una
obra exuberante, marcada por los elementos y el color. Se siente vivo,
quiere estar en línea con los sentimientos más acentuados, porque, primero
es la sensación de vivir. Luego, en una segunda reflexión, su actitud se
centra más en la perspectiva de lo elaborado que trasciende, es decir que
analiza y comprende las limitaciones que lo posicionan como artista médium
de una sensibilidad perdida, aquella que se halla en la linde de los
tiempos, en el discurrir de la no memoria.
Su obra parte del subconsciente, pero, también, de la visión de una
realidad que el artista selecciona, direccionándola hacia una concreción
visual en la que lo importante es el impacto estético.