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Gustavo Postiglione salió en la tapa del último número de la revista
Haciendo Cine. Su film "
Días de Mayo" se estrena en estos días en cines de
Rosario y de Buenos Aires. Sin dudas que Gustavo es el emergente más
notorio de una movida audiovisual rosarina amplia que hoy incluye dos
escuelas públicas y una privada, varios talleres independientes,
publicaciones especializadas, un Centro Audiovisual Rosario (CAR) que apoya
la producción y la difusión de las realizaciones de la ciudad y organiza
anualmente el Festival Latinoamericano de Video, y una siempre creciente
producción de cortos, medios y largos de todos los géneros. El audiovisual
local no ha parado de desarrollarse desde los tiempos del Súper 8 y muy
especialmente después del advenimiento de la democracia, haciendo eclosión
en los últimos años gracias a las nuevas tecnologías y al apoyo
institucional.
Hay otros dos colegas conciudadanos que han realizado sendos largometrajes
en 35mm que tuvieron estreno en salas de Buenos Aires (lo que no deja de
ser una referencia importante en este país tan salvajemente desparejo):
Héctor Molina estrenó en el 2000 "
Ilusión de movimiento" y Hugo Grosso
presentó su "
A cada lado" a fines del 2007. Significativamente los tres
nombrados habían coincidido a fines de los 70 en el Taller de
Cine Arteón
que conducía
Raúl Bertone, quien también es el fundador y director de la
Escuela Provincial de Cine y TV de Rosario, que, abierta a principios del
2004, forma parte de los beneficios de la democracia mentados más arriba.
Todavía hay más largos rosarinos que tuvieron estreno "comercial" en la
gran capital, si contamos los filmes terminados en digital. Tres son los
que se presentaron durante el 2007 en el Complejo Tita Merello:
"
A dos tintas", de
Walter Becker y
Lucas Di Santo, y los documentales
"
Cine Negro", de
Mariana Wenger, y "
Madres con ruedas", del autor de estas líneas
y
Mónica Chirife (este último también mostrado en el Malba).
Sin llegar a sala "comercial", se presentaron en el
BAFICI el documental
"
Muertes indebidas" (2005), de
Rubén Plataneo, film que al año siguiente se
pasaría por Canal 7 en el programa de Carlos Morelli, y
"
Sweetheart, Storie(S) About Accidents of Love" (2006), largo experimental de
Gustavo Galuppo, destacado videoartista que desde Rosario difunde su producción
hacia distintos foros del planeta.
Rubén Plataneo, por su parte, es
integrante de
Calanda Producciones, exitosa asociación de realizadores, de
la que también forman parte
Pablo Romano y
Diego Fidalgo. Cabe agregar el
documental camerunés "
Abyali", del rosarino
Matías Saccomanno, que
proyectado en el Malba, dentro de un ciclo dedicado al cine argentino nuevo
y posteriormente como estreno en sí. Y todavía hay otros cuatro largos que no
han llegado a Buenos Aires: "
10 mil atados", de
Daniel Mancini,
"
A ver qué pasa", de
David Maydana,
"
Mackie Navaja", de
Kiti Cabruja, y "
Terminal", de
Claudio Perrin. Estas dos
últimas tuvieron exhibición comercial en Rosario, en el Complejo Cine
Monumental, como también la había tenido a fines del año anterior la
mencionada "Madres con ruedas", siempre gracias al apoyo del
Centro Audiovisual Rosario, que, comandado por el energético
Horacio Ríos -también
colega-, aportó el requerido proyector de video y la difusión.
Un apartado especial hay que hacer para tres cineastas que, nacidos en
Rosario, no viven en la ciudad, sino en la capital de los argentinos:
Julia Solomonoff,
Rodrigo Grande y
Fito Páez, atendiendo en particular a sus
películas filmadas en Rosario: "
El último verano de la Boyita",
"
Rosarigasinos" y "
¿De quién es el portaligas?", respectivamente. Y otro
caso aparte es el del misionero
Maximiliano González, quien estudió en la
Escuela de Cine de Rosario y estando radicado en Buenos Aires realizó
"
La soledad", que fue filmada en Misiones y Rosario, protagonizada por el
rosarino
Miguel Franchi y fotografiada por el rosarino
Alejandro Pereyra.
En este breve panorama no hay espacio para dar detalles de (al menos)
algunos de los más de 30 cortos y medios que se producen anualmente en
Rosario, pero no deberían faltar aquí dos colegas conciudadanos oriundos de
otras ciudades: el jujeño
Fernando Zago, que filmó en 16mm el largo
"
El investigador de ciudades", presentado en el año 2000 en el ciclo que la
revista Haciendo Cine organizaba por entonces en el Hoyts Abasto, por otra
parte director de fotografía de varias de las producciones rosarinas más
importantes, y el santafesino (de Santa Fe capital)
Pablo Rodríguez Jáuregui, quien no solo desarrolló una interesante obra de animación sino
que también fue el creador, con el apoyo del CAR, de la
Escuela para Animadores y del programa de televisión "
Cabeza de ratón", dedicado a la
especialidad.
Quien se interese por ampliar este apretado panorama puede consultar el
libro de
Fernando Varea y
Alfredo Scaglia "
Rosarinos en pantalla", editado
por
Cine Club Rosario y disponible en librerías especializadas o a través
de internet en
leedor.com. También pueden suscribirse al
boletín "Cineastas Rosarinos", que edita el que firma esta nota.