La ciudad pletórica y rica en hechos destacados, encierra y cobija bajo sus
brazos el destacado talento artístico de muchas personas que permanecen en
el anonimato. Quizás por culpa de una industria cultural que viene a
desplazar de la vida diaria la expresión de aquellos que conforman un
"parnaso popular". Poetas que vuelcan en sus letras melodías arrabaleras,
otros que guiados por influencias de los 60'-70' marcan sus canciones con
jazz, rock, heavy, y otros tantos estilos, se encuentran conviviendo en un
mundo bombardeado por la globalización que impregna todo espacio de
creación artística.
El ciclo "
Rosario es el rocanrol" auspiciado por la
Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, permitió exponer este talento que
alberga la ciudad y alrededores.
"
Porque la ciudad es cuna del rock desde hace 40 años. Porque enfrentó el
desafío de cantar en castellano para contar lo que nos pasaba. Porque se
levantó para declamar los diferentes momentos políticos y sociales que nos
tocaron vivir. Porque la historia se sigue escribiendo en sus calles a
fuerza de imaginación y de ganas. Porque Rosario es el rocanrol"
manifestaba el volante de la programación del Festival que se organizó en
diferentes espacios de la ciudad. El anfiteatro Municipal, el Parque de la
Bandera, Teatro La Comedia, Isla de los Inventos, Teatro Broadway,
Patio de la Madera y diversos bares de la ciudad, fueron testigos del talento de
cientos de artistas en escena.
Diferentes estilos de música se combinaron con el profesionalismo de
productores, diseñadores, fotógrafos, periodistas, técnicos, iluminadores,
todos ellos reunidos y convocados con la tarea de difundir las bandas de
Rosario, Santa Fe, Roldán, Pavón Arriba, Buenos Aires, entre otros.
Durante la permanencia del Festival se proyectaron cortos rosarinos de
animación, videos de exitosas bandas como
La Renga (Buenos Aires),
Cielo Razzo,
Los Vándalos,
Catupecu Machu (Buenos Aires). También se destinó un
lugar para muestras y exposiciones en el Patio de la Madera, donde se
realizaron muestras de fotos, ferias de discos de las bandas locales,
exposición de objetos vinculados a la actividad y boxes de escucha de
vinilos. Asimismo se organizaron foros y seminarios con la presencia de
periodistas de diarios como La Capital, Rosario 12, radios Universidad,
LT8, LT2. Además se llevaron a cabo en otras salas del lugar clínicas de
baterías con la presencia de Jorge Araujo, ex baterista de Divididos.
Si bien el evento tuvo como objetivo primordial difundir y fomentar los
grupos de música, a quienes les cuesta mucho mostrar sus trabajos y llegar
al público, el Festival permitió replantear la labor que desempeña el
periodismo a la hora de reclamar más espacio en los medios destinados al
rock, y un igual tratamiento para los músicos locales con respecto a los
músicos nacionales que llegan a la ciudad.
Hoy los medios locales dedican páginas completas vacías de contenido, a mi
juicio, para demostrar el glamour, cuerpos estereotipados creados por la
mano de cirujanos, "figuras de primer nivel" como los de Moria Casán,
Andrea Frigerio, mientras el talento rosarino- y me refiero a todo el campo
artístico- descansa en dos pobres líneas que se pierden en medio de fotos y
titulares. Me parece que ello manifiesta y demuestra la pobreza cultural
que anida en los medios de comunicación que inyectan dosis de vacío
cultural en sus destinatarios.