Proyecciones
Dentro de las actividades por el 20º Aniversario de la
Escuela Provincial de Cine y TV (EPCTV) se proyectó el pasado miércoles 2 en el salón de proyecciones
de la Escuela el cortometraje de Carlos Coca "
El chancho con cadenas". Tras
la proyección hubo un encuentro con uno de los protagonistas del film, el
actor Carlos Resta, quien contó acerca de su experiencia de trabajo con
distintos directores (Carlos Coca, Héctor Molina, Gustavo Postiglione, Trapero, entre otros).
El video clip que han hecho los realizadores rosarinos Belisario Gronda y
Martín Llarín Amaya para la celebrada banda local
Cielo Razzo se estrenó
por TV el pasado jueves 3 en simultáneo por Muchmusic y CM. Toda la
información sobre el mismo, más una versión web del propio videoclip se
encuentran en:
www.feedbackestudio.com/cielorazzo
El pasado sábado 12 se difundió el largometraje rosarino "
El asadito", de
Gustavo Postiglione dentro del programa "El cine que nos mira", que conduce
Carlos Morelli, por Canal 7 Argentina.
La Asociación Escobar de Película ha convocado a la colega conciudadana
Mariana Wenger para presentar una muestra de sus trabajos en esa localidad
de la Provincia de Buenos Aires, el próximo viernes 18 y el sábado 19.
"
Pintando de amarillo" y "
Fontanarrosa se la cuenta y confiesa que ha reído"
son dos de los títulos que Mariana presentará en la ocasión, en
proyecciones con charla posterior.
www.escobardepelicula.com.ar
En la trasnoche de este jueves 17 van a pasar "
La edad cruel", del
rosarino-sanlorencino Guillermo Barbieri, en el programa
Cortos I-Sat, que
emite esa señal de cable. El horario es alrededor de la 1 de la madrugada
del viernes 18. El corto había sido exhibido el mes pasado (lunes 24 y 31
de mayo) a sala llena en el Centro Cultural Ricardo Rojas (CCRR), de la ciudad de
Buenos Aires, en el marco del II Festival de Cortos organizado por el CCRR
Pasó Lucrecia Martel
En una distendida conversación resultó el encuentro con la destacada
realizadora salteña Lucrecia Martel (La ciénaga, La niña santa), organizado
el pasado lunes 7 por la Escuela Provincial de Cine y TV de Rosario, como
parte de los festejos de su 20º aniversario. Presentada por el Director de
la EPCTV, Héctor "Nene" Molina, LM calificó como un gran privilegio el
encontrarse con estudiantes de cine de las provincias (que en este caso
eran absoluta mayoría en la audiencia). "
Se aprovecharon de una situación
que no estaba regulada", dijo Lucrecia refiriéndose a los distribuidores de
películas norteamericanas que a veces ocupan con múltiples copias de una
misma película-tanque la mitad de las salas de un complejo multicine,
agregando luego que "
Un país tiene que defender esa posibilidad para su
cine" (la de acceder a las salas de exhibición que la salvaje libertad de
mercado le niega). En una crítica al sistema argentino de promoción de la
producción señaló que en Francia los canales de televisión no pueden
acceder a subsidios estatales (como sí ocurre acá). "
Falta más cine del
interior" señaló, acusando luego a la televisión como culpable de haber
aplacado en parte la ira en las provincias por la necesidad de un cine
propio.
El futuro
Si la evolución de las artes audiovisuales rosarinas ha sido grande en las
tres últimas décadas (por poner el período que este columnista ha
conocido), nos encontramos ahora próximos a un importante salto
cualitativo. En el camino recorrido se encuentran hitos como la creación
hace veinte años de una escuela oficial de cine en Rosario, la EPCTV, y el
crecimiento de un festival internacional de video en la ciudad y como
corolario importante del mismo, una institución municipal dedicada a
nuestra especialidad: el Centro Audiovisual Rosario. Los cambios
tecnológicos ampliaron considerablemente el espectro de la producción y de
la difusión, con equipos y materiales más accesibles y de superior calidad.
La trascendencia en el circuito comercial de salas de dos de los nuestros
(Gustavo Postiglione y Héctor "Nene" Molina) y sus respectivos equipos, y la trascendencia de
unos cuantos más en festivales y muestras de todo el mundo son galardones
en el currículum colectivo del cine rosarino. El futuro próximo y el salto
en cuestión están cifrados en que la comunidad asuma la importancia de las
artes audiovisuales como contribución fundamental de la propia identidad
colectiva, y apoye la producción y la difusión de los trabajos gestados en
la propia ciudad; que el Estado municipal reconozca que es más que
justificada una inversión como la que hizo el año pasado, y que la reitere
este año y los que vendrán (¿qué significan 75,000 pesos anuales para una
ciudad como Rosario, frente al rédito de las producciones que ese monto
encaminará?).
En cuanto al Estado nacional, sus funcionarios y dirigentes deben terminar
de aprender que el sentido del federalismo no se reduce a enviar
delegaciones artísticas de la Capital a las provincias. El flagrante dato
de que el aporte de nuestra ciudad de Rosario a las arcas del
Instituto Nacional de Cine (por impuestos a las entradas al cine, a los videoclubes y
a la televisación de filmes) es de alrededor de 300 mil pesos anuales,
confrontado a la realidad de una producción local que creció de la manera
que pudo y por propio impulso alcanzando cimas de importancia, y que recibe
de esa misma institución sólo una muy pequeña porción de aquel aporte hace
que ya no pueda sostenerse esa inequidad, y, aún sin llegar a nuestro sueño
de que esas recaudaciones no se vuelquen a la Capital sino que queden en la
propia ciudad para fomentar las producciones locales, al menos el INCAA
deberá proveer una participación más significativa y más acorde al
potencial del movimiento local, en un fondo que pueda ser -sino de la
ciudad- provincial o regional (cuya próxima implementación ha anticipado el
Secretario Pcial. de Cultura). Avisoro una sala céntrica (de la que habló
el Director del CAR) dedicada en exclusividad a la producción local, donde
tengan cabida los estrenos de las producciones que ya están en marcha:
"A cada lado", "Madres con ruedas", "La peli", "Muertes indebidas",... y
tantas que, ya realizadas, no han encontrado aún su camino hacia el
espectador. Y avisoro una corriente de público que entre las varias
opciones de la cartelera elegirá ver la producción de acá.
Como realizadores rosarinos, no nos mueve el propósito de vivir del cine
-trabajamos en lo que podemos: como
socialeros, en canales de TV, en
videoclubes, en la docencia, haciendo videos o filmes de encargo- sino el
de vivir para el cine. Y brindarle a la ciudad las imágenes que la reflejen
y que la representen en el mundo. El florecimiento está ocurriendo.