Si pienso en una subdivisión horizontal del espacio del soporte, memoro al
Bosco, al Greco y tantos otros donde el voluptuoso mundo terrenal era
custodiado, señalado o vigilado desde arriba por aquel otro donde,
justamente, la materia parecía ausentarse y lo espiritual regía la escena.
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"La campaña" de Julio Roldán |
Julio Roldán, en sus "Pequeños Formatos", también subdivide sus veintitrés
sucesivos treinta por cuarenta centímetros de soporte, generalmente, de
manera horizontal; de igual modo también se yuxtaponen dos escenas
simultáneas con un objetivo previo perfectamente definido; pero las
antítesis carne/espíritu, mal/bien o cualquiera de sus referentes, no se
manifiestan aquí en aquel sentido estricto: El autor pareciera jugar con
los preconceptos e invitarnos a participar de esa dinámica,
identificándonos con uno u otro plano, cualquiera sea nuestra posición.
La avasallante intervención de elementos, en algunos casos, y la iconicidad
en otros, permiten recrearnos en cada detalle o experimentar esas mismas
situaciones que por "casualidad" interpretan sus personajes. Es fácil
reconocer obras clásicas, fotografías que han recorrido el mundo real o
virtual, artistas consagrados o sus personajes de todas las épocas, sin
olvidar la contemporaneidad y quienes la transitamos. Pero, más interesante
es aún, reconocer el nuevo rol asignado a cada uno de esos elementos. Es
allí donde Julio Roldán se expresa a través de un mensaje didáctico,
irónico, humorístico o concientizador. Es allí donde queda marcada la
diferencia entre lo que es solamente un recurso estético y lo que significa
en su totalidad la obra de este autor.