Oda a la transformación.
Es ésta la primera retrospectiva en el país dedicada al artista conceptual
argentino Víctor Grippo (1936-2002). El metódico "clasificador de
lentejas con monóculo de relojero", nacido en Junín, criado en Tandil,
premiado en el exterior y olvidado en los últimos años, finalmente es
presentado en toda su dimensión poética.
Cool como Grippo. En la muestra todo es blanco, negro o gris.
Impecables se presentan más de cien obras que se despliegan
cronológicamente en dos pisos del Malba. (objetos, instalaciones, bocetos y
cajas de colecciones públicas y privadas) La muestra curada por Marcelo Pacheco,
da cuenta de un único proceso: el de la obra de un investigador
solitario de excepción.
El laboratorio de Grippo contiene un ascetismo sospechoso: allí están
aislados los materiales, las herramientas y los oficios con precisión y
obsesión. Hay mesas con y sin manteles, madera, yeso y barro, herramientas,
papas, porotos y palabras, todo enchufado. Como lo haría un orfebre de
anillos inestables. Anillos que cambian con el tiempo.
La verdadera joya es la conciencia. El trabajo de la conciencia y la conciencia del trabajo.
El químico Grippo empieza su actividad artística a fines de los cincuenta.
(hacía cuadros, esculturas, con mecanismos y circuitos) En 1966 expone en
Galería Vignes, Buenos Aires: "
Investigación sobre el proceso de creación", luego
dice que: "
el hombre cuando había construido su primera herramienta, su
primer objeto útil, había empezado a ser hombre e hizo la primera obra de
arte".
En 1971 presenta su primer trabajo con papas:
"Analogía I",
(en Arte de Sistemas en el Mamba) En los setenta enchufó su batería de
papas y analogías (perteneció al grupo de los 13 del Cayc) La materia gris
de la conciencia es un extraño tubérculo.
En 1972 construye "
el horno de pan" en la plaza Roberto Arlt de
Buenos Aires (en Arte de Sistemas II); Construcción del horno de pan: barro y
harina, amasados y cocinados en la plaza Arlt. Pan para todos.
De la serie de las valijas se destacan la dedicada a Duchamp -es un pan
carbonizado-, y la "valija del crítico sagaz", que contiene lentes y
gotitas para aguzar la vista y la pluma...
Los homenajes a los oficios, (albañil, herrero, carpintero, panadero,
etc.); los moldes de herramientas y las herramientas. La materia más o menos
dócil, más o menos geométrica, medianamente domesticada, celebrada en el
pacto del trabajo con la plomada en eje.
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"Tabla". Víctor Grippo. 1978 |
De 1978 es "
tabla", allí escribe en la mesa una oda a la mesa. ¿Para qué querés papel?
TODAS SE ESCRIBEN POR DENTRO Y POR FUERA. Todas son una buena hoja.
(homenaje desmedido del poeta). Elimina el papel y nace el poema objeto.
Una obra fetiche.
Luego el plomo es sometido a rosa. Las cajas, los estantes frases, las
fases y las maquetas que buscan la luz. Alivianar al plomo, al menos,
tornarlo transparente.
En la vitrina "
Vida-Muerte-Resurrección" (1980) exhibe cubos,
conos y cilindros de plomo, (prismas paradigmáticos cargados con porotos
negros y agua), pasan los días y estallan en la muestra, le estallan al
espectador... (
work in progress). Hasta en la materia más pesada y la más
muerta se desatan desequilibrios y transmutaciones.
Sólo como Grippo, acompañado por papas... silencioso.
Después de diez años sin exponer individualmente en Buenos Aires en 2001
hace su última instalación en Galería Benzacar de Buenos Aires: El cuartito
depresivo, sofocante de no luz, el abandono de la mesa de trabajo:
"Y de
pronto la noche" "de un lado y del otro", (ya presentada en 1997 en St
Ives, en Londres), y al costado, las vitrinas con seres
"anónimos",
blancos, fríos, amorfos, que apenas dejan de ser sólo yeso, bodoques casi
frescos.
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"El tiempo del trabajo". Víctor Grippo. 2001 |
Finalmente la última obra:
"El tiempo del trabajo", una mezcladora
enchufada. Dejar de ser barro, simplemente embrionarse en ronroneo de
piedra y fugarse en el agujero negro de una mezcladora. Y esas malditas
piedras que no fraguan nunca... Pura poesía de albañil.
En 1995 se exhibió su gran retrospectiva en Ikon Gallery, Inglaterra, y en
el Palais des Beaux-Arts de Bruselas. Poco después de su muerte, en 2002,
su instalación
"mesas de trabajo y reflexión" (vista en Cuba en
1994) brilló en la XI Documenta Kassel, Alemania.
En pleno reconocimiento internacional y a la altura de las circunstancias,
por primera vez se edita el primer libro bilingüe sobre Grippo -de 360
páginas- "tamaño ladrillo" y con la "densidad del plomo", finalmente, vale
su peso en oro.
COMENTARIO FINAL:
La muestra es una muestra en transformación, a un mes de su inauguración
las papas están arrugadas, algunas brotadas, otras blandas... en las pipetas
los retazos de papa se pudren y largan gases y espuma.
Han cristalizado los líquidos de colores. La papa dorada de la conciencia está oxidada.
En la mesa blanca y negra, las papas de acrílico siguen inmutables, no así
las de papa que se redujeron. La mesa escrita sigue igual, los prismas de
plomo están inflados como globos, (todo tiende al círculo), explotó un poco
la pirámide, de un vértice sale una espuma marrón. El cuartito depresivo
permanece inmóvil de luz, los seres anónimos sin rostro y la mezcladora aún
no fragua pero anda.
Víctor Grippo. Una retrospectiva. Obras, 1971-2001
MALBA. Av. Figueroa Alcorta 3415. Buenos Aires
Lunes, jueves y viernes: de 12 a 19:30
Miércoles: de 12 a 21
Sábados y Domingos: de 12 a 19
Martes cerrado
Entrada: 5 $
Menores de 12 años, jubilados y estudiantes descuento.
Miércoles gratis
Hasta el 6 de septiembre de 2004