"
Diagramas del Presente son ejercicios para ver en la oscuridad, para la
intuición. Representan la voluntad de estar atento en cada instante y
establecer una relación armónica con el despliegue universal de la vida",
dice
Emilio Torti; quien estudia las teorías del
Ichinen sanzen hace unos
años. Allí se afirma que todo instante está cargado de tres mil
oportunidades que varían constantemente según se combinan los factores de
la vida de cada persona y su entorno.
"Diagramas del Presente" es una serie de esquemas efervescentes realizados
en 2003/2004. A través de dibujos y obras digitales, el artista se plantea
graficar una cosmovisión de la totalidad en el instante presente.
En la sala blanca hay una línea negra a la altura de la vista, es un
horizonte de oscuridad formado por todos los dibujos apaisados (de 15 x 60
cm) instalados a lo largo de dos paredes.
El lápiz blanco sobre fondo negro abre la proyección de un esquema entre
constelar y de ADN.
Así un haz de luz horizontal ilumina ese friso sin escala, comienza sin
tener principio y termina sin fin. Marca un pulso continuo que es siempre
el mismo y que es otro. A través de zooms y discontinuidades muta
penetrando capas celulares dentro de la misma caligrafía nerviosa.
Así se ve lo grande en lo pequeño. En el medio de lo quieto, brillan fuegos
de artificio, seres devoran galaxias, luces se concentran y conciben
plantas espinosas. Nada se detiene, ni siquiera hacia lo profundo del
negro, donde figuras se retiran de la vista pero se intuyen en huida. Esa
fuga hacia el microcosmos, (siempre de misteriosa armonía fractal) es la
mismísima capacidad generativa del punto en movimiento. Ya Kandinsky había
hablado del punto como el átomo de la imagen. Es el rastro del crayón que
se desgrana, a distintas velocidades, bajo diferentes presiones y
levedades. La electricidad irrumpe así como un relámpago en la noche
estática del plano.
|
"Encadenamiento de causas y efectos". Emilio Torti |
En la obra "
Encadenamientos de Causas y Efectos" (digital, 165 x 80 cm); el
mismo planteo es llevado a la apariencia de una nebulosa espacial,
esquirlas viajando sin gravedad. Como un chorro, o un grueso cable de
fibra óptica o el corte transversal de ese mismo cable. Aquí hay color.
En el mural "Mi vida en un instante" (digital 67 x 200 cm), Torti compone
su propio "
jardín de la delicias", o más bien su "
infierno a la velocidad del pixel".
Desde un centro aparece una retrospectiva de fragmentos de sus
propias pinturas como fantasmas, recompuestas, multiprocesadas,
descompuestas en otros sub-gráficos. Es el genoma Bosco que asoma en todas
las épocas.
Torti (1952), trabajó en Rosario y Buenos Aires, expuso internacionalmente a fines
de los ochenta. Luego dejó de pintar y pasó al pixel. Ahora retoma la
materia, en el pulso del dibujo transformado por la meditación.
Constelaciones de círculos, recuerdos, imágenes, chispazos, apareamientos
y apagamientos. Siempre en presente absoluto, resulta fatigante y plácido.
Todos los dibujos parecen iguales pero no los son. Todos fueron hechos en
presente y son vistos en el mismo instante... Es un vértigo demasiado breve
como para poder descifrarlo, pero no tan ultraleve como para no atraparlo
en una línea atenta.
Emilio Torti
"Diagramas del Presente". Dibujos y digital.
180° Arte Contemporáneo. Filo. San Martín 975. Buenos Aires
Lunes a viernes de 16 a 24
Sábados de 13 a 16 y de 21 a 24
Hasta 12 de noviembre 2004
Entrada: Gratis