¡¡¡ INTERNET GRATIS con RosariARTE !!!
  21 de marzo de 2011Agregar a favoritos RosariARTE ContenidosEstablecer RosariARTE Contenidos como página de inicio
  contenidos
 
 
Envía hasta U$s 200, sin costo por iKobo. ¡Click aquí para mayor información!




Suscribite gratis al boletín Cineastas Rosarinos.


Viaje a la pantalla ancha de Iguazú

Memorias del VIII Festival Latinoamericano de Video de Rosario, Argentina. El realizador audiovisual y poeta colombiano Jorge David, asistente al festival, cuenta sus vivencias en esta nota para la revista de cine KINETOSCOPIO de la ciudad de Medellín, Colombia, de diciembre de 2001, y muy gentilmente nos ha permitido reproducir.

Jorge David | Realizador audiovisual
10-dic-2001

¿Porqué y para qué un festival latinoamericano de video?

El Rayo Rubio, de Pablo Rodríguez Jáuregui y Julieta Boccardo.
Al contrario de lo que los medios informativos manejados por las multinacionales pregonan, en su intención de empequeñecer la América no anglosajona, nuestra América, LA LATINA, es inmensa y comienza muy al norte: desde el extremo de México y los Estados Unidos mismos, donde habitan miles de latinos. En esa América, que cruje y hierve, se levanta hoy uno de los testimonios más vitales que cultura alguna pueda ofrecer al mundo globalizado; y es este tipo de circunstancias y eventos como el Festival Latinoamericano de Video, los que de alguna u otra forma, nos permiten comprender nuestras grandezas y debilidades, reflejados como en un espejo donde además podemos ver nuestros orígenes y fisuras, entremezclados en una tierra común, cuya identidad posee, contradictoriamente, los más variados matices de paisajes y culturas.
La tradición cinematográfica de Argentina, y específicamente de Rosario, es bien significativa y resaltante en América Latina. Desde hace nueve años, y de forma consecutiva, por iniciativa de los apasionados Horacio Ríos y Emilio Cartoy Díaz ( Directores del Festival ) se celebra este evento audiovisual, el cual tiene un gran prestigio a nivel nacional e internacional, porque convoca y promueve esa producción cinéfila alternativa, tan importante como oculta de esta parte del continente. Se efectúa con el propósito de contribuir a “descolonizar” la imagen estereotipada y estúpida de la gran industria audiovisual dominada por los “hollywoods” y sus émulos en la gran competencia consumista de la sociedad global; se efectúa para visibilizar las creaciones silenciosas y constantes de los realizadores latinoamericanos, y también para buscar caminos, compartir experiencias, establecer alianzas y “joder” ( que es también el objetivo de cualquier festival, es decir, encuentro para el jolgorio y la celebración ).
Al contrario de muchos festivales donde acuden las "grandes" estrellas con sus lentejuelas y su rubor "mon reve", el Rosarino es un festival al que acuden realizadores simples y sencillos de todo el continente que trabajan silenciosamente, organizado con muy poco apoyo estatal o privado. La municipalidad –quebrada obviamente por la recesión argentina-, sólo da unos pequeños subsidios, con lo cual sus organizadores se vuelven magos, acudiendo al viejo truco de la solidaridad y la cooperación. No por ser un festival de bajo presupuesto es de mala calidad, ¡no!, por el contrario, es un festival que logra reunir, como en esta octava versión, a directores y productores independientes de todo el continente, como también a instituciones educativas, distribuidores, docentes, alumnos y público en general.





Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de este artículo excepto cuando medie expresa autorización de la Dirección de RosariARTE.
Los artículos firmados no expresan, necesariamente, la opinión de la Dirección ni de RosariARTE.


Copyright 1998-2024 - RosariARTE - Todos los derechos reservados - Contenido y Diseño: RosariARTE - Desarrollo Visual: CHG DG¦CV


Sitio Web desarrollado con WOODY. Web Object Oriented Development System. Sitio Desarrollado por InforMás®.