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Perspectivas abiertas |  |
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Casi como regalo navideño recibió la comunidad audiovisual rosarina hacia fin de año la noticia del
proyecto del ejecutivo municipal de crear un fondo de fomento a la producción local en cine y video.
El proyecto abre grandes perspectivas para el desarrollo de un movimiento que hasta el momento ha crecido fundamental
y casi exclusivamente por el empuje y la pasión de los propios realizadores.
Bien que en la determinación del citado proyecto haya sido definitiva la gestión del Centro Audiovisual Rosario
y de su director Horacio Ríos, la misma debe observarse como un logro de los realizadores rosarinos en su conjunto
y un reconocimiento a su obra y a su potencial creativo.
De manera democrática, el texto de la proyectada ordenanza ha venido siendo debatido y consensuado por los propios
realizadores interesados, en reuniones semanales celebradas en el último mes y medio del 2002.
De esta manera, un impuesto municipal pre-existente (el 5 % a las entradas a todo espectáculo público) que hasta ahora
tenía indeterminado destino dentro de las arcas de Hacienda servirá para potenciar una producción audiovisual rosarina que
se revelará de gran importancia cultural para ciudad y como una justa inversión.
Por su parte el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, que tradicionalmente ha actuado marcadamente a
favor de un cine industrial capitalino, desdeñando otras expresiones, viene dando pasos positivos hacia una
democratización y una federalización en la distribución de sus beneficios, con una apropiada utilización de su página web,
con la edición de una "Guía del Usuario" para que todos comprendan mejor la burocracia interna del organismo,
y con la organización de concursos de proyectos de montos menores pero a la vez de menores requisitos para el realizador,
como son los concursos convocados durante el 2002 para telefilms de ficción y de documental en torno del tema de la
crisis argentina, cuyos jurados aún deben expedirse.
La apertura de la Escuela Provincial de Cine en el año de la recuperación democrática, con Raúl Bertone a la
cabeza, y la fundación del Festival Latinoamericano de Video hace diez años, con el consecuente nacimiento de la
Videoteca Municipal, luego transmutada en Centro Audiovisual Rosario, aparecen hoy como nítidos hitos
fundamentales en el desarrollo del movimiento audiovisual rosarino. Los avances tecnológicos hicieron su aporte de importancia,
ampliando las posibilidades de producción, de difusión y de formación, haciéndolas a la vez más accesibles a más realizadores.
La creciente potencia de los proyectores de video poco a poco se aproximan a la brillantez de las pantallas comerciales de los multicines.
La acumulación de los factores enumerados hace que, aún en estos tiempos de acendrada adversidad material,
los realizadores rosarinos enfrentemos el porvenir con amplias perspectivas de crecimiento y trabajo creador.
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