Trueque surge como un proyecto que liga las tradiciones conceptuales y las experiencias internacionales de los años 60’s a la urgencia en que se encuentra la actividad estética hoy.
Revisando la historia del arte contemporáneo, existe un sinnúmero de eventos que han recurrido a la idea de instructivo o a la de intercambio, para la realización de obras de arte. En nuestro contexto, Trueque recoge además algo de la situación en que se encuentra el país donde, desde fines de 2001 y comienzos del presente año, han colapsado (o terminado de colapsar) algunas de las pocas certezas con que contaba la sociedad argentina, para ser reemplazadas por otras, mucho menos alentadoras. Desde entonces -y aún antes- en el ámbito artístico han surgido nuevas propuestas que buscan ampliar los lugares y modos tradicionales de circulación y producción de obras e ideas. La revista Ramona, los nuevos espacios y galerías, el proyecto TRAMA, el "workshop sobre la proyección social de la actividad de los artistas" en el Instituto Goethe (2001) o -más recientemente- el programa Estudio Abierto en el barrio del Abasto, son solo algunos pocos ejemplos de lo que esta situación viene significando para el panorama del arte argentino.
Últimamente, en otros sectores de la vida, la idea de trueque ha recuperado algo de su sentido original: en los principales centros urbanos, se han creado gran cantidad de ferias y clubes que permiten proveerse (mediante la recuperación de esta forma básica de intercambio) de todo tipo de bienes, como una forma de mitigar -al menos parcialmente- la actual situación económica.
Trueque -una muestra donde el principio básico de participación es el intercambio- intenta sumarse a todo esto, buscando estimular el tráfico de ideas y el contacto entre artistas provenientes de distintos ámbitos.

María Eugenia Spinelli
curadora de la muestra
Rosario, julio de 2002